Consciencia. Meditación

¿Eres consciente de que te aportan las acciones cotidianas? ¿Debes cambiar o potenciar alguna de ellas? ¿Te proporcionan todo el placer que deberían?  Descúbrelo y aprovéchalas con todo su potencial. 

respirar2Tras la relajación inicial, céntrate en tu respiración.  Inspira y sigue el aire hasta tus pulmones, no una inspiración profunda, sólo hasta tus pulmones, retén unos segundos el aire ¿qué sientes? ¿qué ocurre? Espira… Repite estas respiraciones tres o cuatro veces.

Acabas de comprobar la importancia del aire, de la necesidad de oxigenar todo tu cuerpo, del aire fresco que respiras, siente que esto es así e intenta a partir de ahora ir comprobando que el aire que respiras sea lo más limpio posible, pues es tu fuente de salud.

aguaImagina ahora que tienes sed y la sacias con un vaso de agua clara, fresca, pura.  Al beberla sacia tu sed y sientes que limpia tu cuerpo. Siente el recorrido del agua pura.  ¿Es la misma sensación si bebes otra cosa? Identifica las sensaciones y reacciones que se producen en tu cuerpo si bebes una cerveza, un vaso de vino un refresco light, uno con azúcar…  Siente que le proporciona a tu cuerpo cada bebida, a tu boca, a tu estómago, a tu mente… ¿Cambia de alguna manera tu estado de ánimo? ¿tu bienestar físico? Y al sentir, hazte consciente de qué es lo mejor para ti.

frutasLlega ahora el momento de alimentar el cuerpo.  Sientes hambre y anti ti tienes alguno de tus platos favoritos.  Pruebalos, siente la textura del alimento en tu boca, su sabor, la sensación al masticarlo… ¿Qué ingredientes lleva? ¿Los diferencias? ¿Qué sensación te produce comer aquello? ¿Cómo le sienta a tu estómago?  ¿Y a tu cuerpo?  ¿Qué ocurre si comes mucho o muy deprisa??  Prueba a escoger diferentes platos y evalúa las sensaciones que te producen y cómo le sientan a tu cuerpo.

dormitorioCentrémonos ahora en otro aspecto cotidiano, vamos a dormir. ¿Qué actividades haces de forma previa? ¿Te sientes a gusto en tu dormitorio? ¿Con qué estado de ánimo vas a dormir: cansado, nervioso, preocupado, con miedo, ansiedad, despierto…?

Repasa la actividad previa y mira cómo concilias el sueño; si te es difícil, evalúa qué puedes cambiar, qué te falta, tal vez más actividad física previa, tal vez una ducha relajante, tal vez menos televisión, quizás una cena más ligera, tal vez una relajación a través de la respiración.  Siente ahora que has hecho aquello que te faltaba y estás dispuesto a dormir, echado en tu cama, con toda tu atención centrada en el círculo de la respiración, inspirar, espirar.. Sientes que todo tu cuerpo se va relajando, el sueño te invade y disfrutas de un descanso profundo y reparador…

Te sientes ya profundamente descansado y preparado a enfrentar el día de forma consciente.  Despierta ahora, toma un par de respiraciones profundas y poco a poco ve tomando conciencia de tu cuerpo, empezando por los pies y ascendiendo hasta tu cabeza.

 ¡Vive consciente, te permitirá disfrutar más de la vida!

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